Juanito es un niño de 11 años que sufre bullying en la escuela por ser un soñador nato. Vive dibujando sus ideas y tiene un amigo imaginario Dreamy, con quien comparte todas sus aventuras. Además, es el mejor amigo de Luz, quien se disputa su atención con Dreamy, y lo acompaña siempre. En el camino, se encuentran con el malvado Enve-dioso, tío del niño, quien hace muchos años fue desheredado por sus agresiones a Bosk, su hermano mayor.

De ese modo adelanta Nico Martínez su obra “La fábrica de sueños”, que el grupo salteño Trotamundos presentará a las 17 en Puerto Cultural Libertad (Las Piedras 1.850), en un espectáculo para toda la familia que ya fue visto por 10.000 espectadores.

Música, danza y teatro se combinan en una propuesta educativa que despliegan en escena Facundo Paganetti, Iara Vazquez, Maximiliano Martens, Gonzalo Martínez y Nico Martínez, quien además de autor es el director de la puesta.

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“En el entrecruce de personajes se crea una gran historia llena de risas, amor, engaños, envidia, secretos familiares, magia y la certeza de que los sueños siempre se cumplen”, afirma el teatrista salteño en diálogo con LA GACETA.

- ¿Qué sueñan los personajes y cómo hacen para concretarlos?

- Juanito sueña con su mejor amigo Dreamy y busca poder darle vida real, es por esto que decide junto a Luz crear la Fábrica de Sueños. Su tío busca quedarse con las ideas de la gente del pueblo y así ser cada vez más rico. Por su parte, Luz sueña con ver el mundo con los ojos del corazón y entender que siente en su pubertad. El señor Bosk sueña con ver feliz a su hijo y acompañarlo en todo lo que pueda, en memoria de su difunta madre. Y Dreamy es el guardián de los Sueños de los niños, quien vela porque esos Sueños siempre se cumplan.

- ¿Cómo funciona esa fábrica?

- Es un artefacto que requiere magia pura y cristalina y el deseo transparente y concreto de las personas buenas e idealistas que buscan y luchan un mundo mejor. Se enfrenta al desafío de la envidia y la manía de personas con intereses totalmente individualistas, que buscan destruir el mundo por su provecho personal.

- ¿De qué forma se desarrollan los distintos lenguajes escénicos en la puesta?

- La historia se cuenta mediante diversos arcos argumentales y personajes pensados desde la dramaturgia para identificar a niños, niñas, adolescentes y adultos en diversas situaciones verosímiles (y no tanto) de la realidad. En medio de la fantasía se construye un texto potente que aborda elementos de la psicoeducación como el bullying, la construcción de vínculos familiares, el pasaje de la infancia a la adolescencia y el sentido de la vida. La música acompaña las escenas para generar climas de suspenso, alegría, enojo, diversión, ilusión y la obra cuenta además con tres cuadros musicales muy vistosos. Las coreografías fueron diseñadas desde la percepción infantil y los personajes bailan como lo que son: niños transitando los diversos momentos de la obra. Por otro lado, cuando aparecen las haditas de los Sueños llevan la magia del circo para deslumbrar el corazón de los más pequeños con la intención de ver más allá de lo que se ve. Cómo dice Antoine de Saint-Exupéry en “El Principito”: “lo esencial es invisible a los ojos”.

- ¿Cómo es el abordaje actual de una propuesta para toda la familia?

- Los sueños han sido, son y serán el motor del corazón de las almas libres y es así que los infantes ponen en jaque no solo sus sentires y pensares sino también los de sus familiares: “¿Mamá, sos feliz haciendo lo que haces?”, “¿Papá, vos cumpliste tus sueños en la vida?”, “Mamá, en la escuela me hacen lo mismo que a Juanito”... Son algunas preguntas y comentarios que suelen aparecer posfunción y dejan el camino allanado para hermosas construcciones e intervenciones en familia en conjunto con más instituciones sociales.

- ¿Cuáles son los sueños que los empujan ahora como elenco?

- El deseo de profesionalizar el arte mediante una puesta en escena lúdica, dinámica que no solo entretenga sino también que eduque las mentes y los corazones de las infancias desde Salta para todo el mundo. Desde Trotamundos sostenemos la idea que soñar está bueno pero hacerlo realidad mejor, como dice nuestro personaje, y esa es la misión: encender los sueños, poner alas a los Sueños de tantos y tantas que ven la obra.

- ¿Qué significa soñar en este momento?

- Es un acto revolucionario. En contextos socioeconómicos y culturales tan espantosos, tener una luz de esperanza y aferrarse a ella para creer y crear es la salida posible. No sólo para los artistas, sino para toda persona con corazón soñador, que busca un mundo mejor sin descansar.